Su impacto es inmediato y positivo
En octubre pasado Clara Rodríguez tocó un interesante programa donde exploró la música del Caribe, dos meses después acaba de lanzar su última grabación, Americas Without Frontiers Américas Sin Fronteras (Nimbus Alliance NI6346) que nos lleva por el área explorada en el concierto y más allá.
Aunque solo he tenido el CD muy poco tiempo, su impacto es inmediato y positivo, ya he explorado la discografía de esta pianista, pero debo decir que este álbum representa una experiencia completamente nueva.
Muy imaginativa, Clara Rodríguez sustenta el álbum con algunos arreglos idiomáticos que incorporan sutiles percusiones. Estos aparecen en diferentes lugares a través del mismo, aunque nunca afectan, sino que resaltan el interfaz único de la música de arte sudamericana y caribeña y los estilos más populares.
Escuchar a Nazareth primero en piano solo y luego con la percusión es una idea inspirada, uno se pregunta ¿por qué esto no se hace con más frecuencia?. Si bien hay algunos nombres de compositores que no son familiares, la elección de la música es perfecta, ya que un ritmo de baile se desliza en otro.
También hay conceptos extramusicales detrás del álbum, que son interesantes y muestran lo bien conectada que está la Sra. Rodríguez con el mundo en el que se creó esta música.
En este álbum se hace una conexión muy importante con el centenario del venezolano Antonio Estévez en 2016, con las maravillosamente idiomáticas 17 Pieces infantiles, que le valieron a el compositor el Premio Nacional de Música en 1957. Estas son piezas cortas fascinantes que suenan seductoramente simples en las manos de Clara Rodriquez, ¡lo cual estoy seguro de que no es así! Las piezas individuales exhiben muchos cambios de humor, respirando un aire indígena distintivo, pero siempre melodioso e interesante.
Clara las toca con afecto y virtuosismo consumado y representan algunos de los mejores trabajos del compositor para el piano, es sorprendente que no se les conozca mejor.
Otro punto a destacar fue la selección de 5 estudios de Ariel Ramírez, que, como su maravillosa Alfonsina y el mar, evocan sin esfuerzo el área del Río de la Plata.En todo el álbum, las piezas familiares respiran un aire nuevo en un entorno transformado y con interpretaciones llenas de tanta devoción.
En resumen, es un disco para disfrutar y saborear por los aficionados y los recién llegados a un repertorio fascinante, del cual Clara Rodríguez es la campeona indiscutida.”
En resumen, es un disco para disfrutar y saborear por los aficionados y los recién llegados a un repertorio fascinante, del cual Clara Rodríguez es la campeona indiscutida.